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martes, 17 de febrero de 2009

El móvil maldito

Este es el caso del llamado móvil maldito. El móvil fue comprado de segunda mano por Internet en una conocida empresa de subastas on line. Su comprador fue M. P. un joven estudiante universitario. A los tres días de comprar el teléfono comenzó para él la pesadilla, con inexplicables llamadas a medianoche de un número oculto que le instaban a suidarse, según cuenta en su diario:

Era una voz de mujer, yo diría que joven, pero le pasaba algo, como si tuviera algún defecto en el habla. Decía que debía matarme, que me quitara la vida. Lo denuncié a la policía y a la compañía telefónica, pero no había ninguna constancia de las llamadas, era como si me lo inventara.

M. P. estaba desesperado, fue las llamadas eran cada vez más frecuentes. Cambió de número telefónico, pero no sirvió de nada, la persona que le llamaba descubrió de algún modo su nuevo número y continuó el acoso.

Por las noches creía dejar el móvil apagado, pero sonaba igualmente. Ya no sabía si me estaba volviendo loco o que me estaba pasando. Incluso una vez sonó sin tener puesta la batería. Era una auténtica pesadilla.

Naturalmente, esto afectaba a la vida de M. P. Se convirtió en una obsesión averiguar quién era la mujer que le llamaba y por qué lo hacía, que quería de él y por qué insistía en que debía quitarse la vida. Dejo los estudios y se convirtió en una obsesión. De pronto la idea del suicidio empezó a parecerle una posible salida a su situación, quizás la única. Según sus conocidos ya nunca se separaba del teléfono móvil y cuando sonaba corría a cogerlo, como cada llamada fuera un aviso del más allá para él. Naturalmente, nadie más oyó las misteriosas llamadas que recibía M. P. por eso cuando se quitó la vida arrojándose a las vías del tren la única explicación plausible es que se había vuelto loco. Su teléfono no apareció en lugar del incidente, a pesar de que sus conocidos están seguros de que debía llevarlo consigo cuando se arrojó ante el tren, ya que nunca se sepraba de él.

Los hechos llamaron nuestra intención lo bastante para investigar el origen del teléfono, de modo que rastreamos su origen hasta su propietario anterior. Se trataba de L. R. un estudiante de secundaria que, ¿casualmente? murió en extrañas circunstancias al precipitarse desde una ventana de un octavo piso. Su madre nos cuenta lo siguiente:

Estaba obsesionado con el teléfono móvil, no se separaba de él bajo ningún concepto y cada vez que sonaba daba un respingo. Por eso decidimos quitárselo y venderlo por Internet. No dejo de pensar que todo lo que pasó fue culpa nuestra.

¿Fue el suicidio de L. R. la causa de la maldición? Podría ser, sin embargo poco después de su muerte un amigo suyo se entregó a la policía y confesó actos terribles. Al parecer, L. R. y su amigo violaron y apalizaron a la hermana de este último, una joven disminuída psíquica, grabándolo con todo con el móvil de L. R. (posteriormente, borraron la grabación). La víctima quedó en estado de coma como resultado de la agresión sufrida, sin que sus padres ni la policía tuvieran ninguna pista sobre sus agresores ni sospecharan del propio hermano de la joven hasta el momento de la confesión. Al mes de este asalto, L. R. comenzó a recibir extrañas llamadas a su móvil que le instaban a suicidarse, según él realizadas por la víctima que, evidentemente, no podía comunicarse con nadie en su estado.

3 comentarios:

Selenio dijo...

Genial, muy buena historia ambiental para una partidilla.

¿Así que este será el estilo de la "Guía Paranormal del S. XXI"?

Selenio.

Beliagal dijo...

Leeeeeeñeeeee... qué buenísima idea de aventura, qué buenisima pinta tiene la Guía y pardiez que ahora tengo más ganas aún de que salga...

Eso sí, me ha recordado mogollón a Fringe, serie que recomiendo puesto que sigue esta línea de actuaciones paranormales.

Anónimo dijo...

Muy buen aporte. La historia es la típica de una película de terror de origen asiático pero en versión remake americano o europeo.

Pero vamos, que puede salir de ahí una buena partida.